"Sonido"
¿Alguna vez pensasteis en el poder de la música? Es muy extraño que una sucesión de sonidos pueda hacernos llorar, estremecernos, reír, pensar en el mañana, e incluso sacar fuerzas de una flaqueza que existe desde hace tiempo, pero que no es visible, que únicamente tu sabes que tienes y contra la que luchas día si, y día también. Muchas veces escuchamos canciones en ingles que en la puta vida sabremos lo que dicen, pero que por su sonido, sabemos si es triste, melancólica, alegre, divertida o cargada de ira y reproches. Quiero que hagáis una prueba. Ahora está sonando una canción en japonés. Es el ending de una serie que me encanta y de la que siempre pongo canciones aquí, en el blog, y que estoy intentando sacar con el violín, aunque me cueste mucho.
Mientras leéis escucharla, y decirme que con ella, a pesar de que no entendéis nada, no recordais esos momentos que pasasteis con las personas que ya no están aquí, esas sonrisas grabadas en el tiempo y en el recuerdo, que nunca más volverás a ver, pero que si eres paciente, te relajas, y cierras los ojos, puedes escuchar de forma tan nítida que llega a asustarte. Decidme que con esta canción no recordais algún que otro paseo con vuestra pareja mientras se ponía el sol, o alguna que otra noche en esos momentos en los que el primer amor llama a tu puerta con una inocente inocencia. Recordar como fue la primera vez que unas manos templadas recogían tu alma y tu corazón, y al mismo tiempo se desbordaba un sentimiento acongojado y temeroso a lo nuevo. Yo conocí, por suerte, este milagro, y con una canción se quedó gravado en mi mente y recuerdo, una estúpida canción que hablaba del cambio de las estaciones y de que las olas rompían contra las rocas, de una sonrisa que cuando miraba, me hacía llorar, eso era algo irreemplazable.
Es por ahora mi único asunto pendiente en esta vida, encontrar algo que se perdió hace mucho tiempo, y que puede aparecer cuando menos te lo esperas, incluso puede que haya aparecido, pero no te hayas dado cuenta. Aquella persona que logre tocar un instrumento, un musico con experiencia, tiene en sus manos el arma de los sueños, tiene un pasaporte a donde sea y a cualquiera hora, porque puede improvisar y crear de la nada una melodía que te haga recorrer todos tus sueños y tu interior. La música... Una cosa tan insignificante como la vibración de una cuerda, un leve soplido o un ligero golpe; que es capaz de levantar sensaciones que te erizan el pelo de la nuca, que te hacen volar, y que te hacen ser libre del tiempo. Que te liberan de tu conciencia. Que te absorbe a otro lugar distante. Que te hace vivir en ti mismo.
Mientras leéis escucharla, y decirme que con ella, a pesar de que no entendéis nada, no recordais esos momentos que pasasteis con las personas que ya no están aquí, esas sonrisas grabadas en el tiempo y en el recuerdo, que nunca más volverás a ver, pero que si eres paciente, te relajas, y cierras los ojos, puedes escuchar de forma tan nítida que llega a asustarte. Decidme que con esta canción no recordais algún que otro paseo con vuestra pareja mientras se ponía el sol, o alguna que otra noche en esos momentos en los que el primer amor llama a tu puerta con una inocente inocencia. Recordar como fue la primera vez que unas manos templadas recogían tu alma y tu corazón, y al mismo tiempo se desbordaba un sentimiento acongojado y temeroso a lo nuevo. Yo conocí, por suerte, este milagro, y con una canción se quedó gravado en mi mente y recuerdo, una estúpida canción que hablaba del cambio de las estaciones y de que las olas rompían contra las rocas, de una sonrisa que cuando miraba, me hacía llorar, eso era algo irreemplazable.
Es por ahora mi único asunto pendiente en esta vida, encontrar algo que se perdió hace mucho tiempo, y que puede aparecer cuando menos te lo esperas, incluso puede que haya aparecido, pero no te hayas dado cuenta. Aquella persona que logre tocar un instrumento, un musico con experiencia, tiene en sus manos el arma de los sueños, tiene un pasaporte a donde sea y a cualquiera hora, porque puede improvisar y crear de la nada una melodía que te haga recorrer todos tus sueños y tu interior. La música... Una cosa tan insignificante como la vibración de una cuerda, un leve soplido o un ligero golpe; que es capaz de levantar sensaciones que te erizan el pelo de la nuca, que te hacen volar, y que te hacen ser libre del tiempo. Que te liberan de tu conciencia. Que te absorbe a otro lugar distante. Que te hace vivir en ti mismo.
~Cuando nos miramos a los ojos, me di cuenta de que estos brillarían juntos para siempre."- M.Mahía