"Sueños de Vozka"
Se encontraba tirado en un sofá, borracho, todo le daba vueltas. Miraba su reloj de pulsera. 5:54 de la mañana. Tenía 3 horas de sueño pues los jueves son días que no perdonan, y menos un jueves universitario. Los viernes tiene clase. Escribió un sms que no tenía intención de enviar, solamente leer las palabras que él mismo escribía en el móvil y decirse a sí mismo "Tienes razón". La luz de las farolas de la calle entraba por la ventana del piso. La miraba mientras todo le daba vueltas. Siempre había alardeado de una gran resistencia al alcohol, y sabía que la tenía, no obstante, ese día tomó la decisión de no cenar, de dejar que el vino rosado se filtrara por sus venas y tomara el control de una noche que ya creía perdida, incluso antes de comenzarla. En su mente, en su interior, añoraba algo que hacía tiempo no añoraba, que sentía y se escapaba. Se hizo una promesa mientras cerraba los ojos llorosos. ¿La promesa? Que cuando sus pupilas se dilataran con la luz del Sol de la mañana, tomaría de una vez por todas las riendas de su destino, y no dejaría que nada ni nadie, lo obligaran a agachar la cabeza de nuevo. El sería el alcohol de su vida, aquel que toma el control sin que te des cuenta.