Sueños Alcoholizados
Dicen que no es bueno escribir con alcohol en sangre, pues bien, acabo de llegar de dar una vuelta y como alguien me dijo que tenía que publicar en el blog pues...Vamos a por ello..
Se encontraba en su coche. Las luces largas mostraban los acantilados y el mar en todo su esplendor, mientras que la luz de la Luna lo inundaba todo de su peculiar tono perlado. Puso la música muy baja, lo suficiente como para escuchar las ráfagas de viento que había en el exterior, y notar como el coche se mecía en las alturas. Reclinó el asiento del conductor y apagó el motor. Escuchaba la canción. Como los acordes del piano llenaban cada parte de su cuerpo por última vez. Cerró los ojos mientras notaba que todo le daba vueltas, pues la misión del alcohol estaba siendo cumplida, haciendo de los últimos momentos de su vida los más dulcemente amargos posibles. Una palanca decidía todo. Apretó el embrague y metió la primera, notando como el coche poco a poco avanzaba cuesta abajo, como las ramas crujían bajo las ruedas, y como la música se hacia dueña de su cuerpo. Continuaba con los ojos cerrados mientras que las lágrimas, llenas de recuerdo, caían por sus mejillas. Sin previo aviso, escuchó su voz en el interior de su cabeza. Era un sonido dulce, lleno de bondad y esperanza a la par de cariñoso el que le decía "No te des por vencido". Nunca supo la razón del porqué lo hizo, pero abrió la puerta del coche y saltó esperando caer al vacío. Lo que realmente le pareció extraño, fue el tacto del duro suelo que había a los pies de su cama. Sí, todo había sido un sueño.