Las Cucharas de Dios

Hace mucho tiempo en un lugar muy lejano, un sacerdote quiso conocer como era el infierno y cómo era el cielo. Saber que significaban aquellas palabras que su fe describía como sinónimos de placer y sufrimiento. Un día, Dios le dijo: "Yo te enseñaré ambos".

Lo cogió de la mano y se lo llevó a una habitación donde había una gran olla rebosante de alimentos. Era una comida deliciosa y toda la estancia olía a las finas hierbas que se habían usado para condimentarla. Alrededor de esta olla, se encontraban un círculo de personas totalmente tristes, delgadas y moribundas. Cuando se fijó, comprobó que todas tenían en las manos cucharas demasiado largas y no podían dirigirlas hacia a la boca después de coger la comida. Miraban su alimento cociendose lentamente y se lamentaban de no poder disfrutarlo. "Éste es el infierno", le dijo Dios.
 
Después entraron en otra habitación. Todo parecía ser exactamente igual que en la anterior, pero las personas aquí estaban felices. Cuando el sacerdote  se fijó en la situación, pudo obserbar que con las largas cucharas se daban la comida entre ellos y lograban sobrevivir. El sacerdote, no preguntó dónde se hallaba. Conocía la respuesta. 

La moraleja de esta historia, es que si nos paramos a pensar un poco en nuestra vida y lo que nos rodea, podemos darnos cuenta de que nuestra tierra, nuestro mundo, se ha convertido en el infierno.

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