El Poder
Hablaremos de un desvarío continuo de palabras basadas en la metafísica de una razón, una razón que sostiene a este mundo en una parte de la balanza, en un plato; mientras que en el otro se sitúa el poder. La gloria. El ego. ¿Alguna vez notasteis el poder en vuestras manos? ¿Notasteis el sentimiento que nace en su esencia? Ese sentimiento de superioridad que te domina por completo. Que domina cada célula y ápice de cordura en tu cuerpo. Que permite que nazca la venganza, el odio, el rencor, la traición.
Seguramente habéis notado esa sensación. La sensación de querer todo y más. De querer poder, dinero, joyas, control sobre las personas y sobre sus acciones. La sensación de tener el poder rozando la punta de las manos, la yema de los dedos. De poder decir "Quiero esto" y de que se cumplan tus deseos. ¿Quién no lo ha deseado? ¿Quién no ha querido dominar a alguien y tenerlo a su merced? ¿Cuánta gente ha sido capaz de traicionar a su propia sangre para alcanzar sus objetivos? Creo que demasiada.
Ahora pensemos. Pensemos en que todos por un momento en esta vida tenemos ese poder. Tenemos el don de pedir algo que se nos concede en este mundo. Que tenemos Poder. Cerrar los ojos y... ¿Qué os imagináis que es el poder? ¿Qué forma le daríais al poder? ¿Una mansión? ¿Una herencia? ¿Una cuenta bancaria abultada? ¿Ser rey? ¿Ser presidente de un gobierno o nación?
Ahora vamos a declinar hacia el otro lado la balanza. Vamos a decantarla y a desafiar las leyes de la física. Como el poder de la imaginación y de las palabras, como algo abstracto supera el peso del dinero y del egoísmo, pues yo ahora cierro los ojos, los cierro y pienso en mi poder, en mi gran y magnífico poder. Libero a su jinete llamado "Imaginación" y suelto al corcel. Un corcel que nadie jamás logrará conseguir por mucho dinero, joyas, capital y control que tenga. Es un animal que muy poca gente puede tener y que escasea en este mundo. Es un animal que nace del poder de cerrar los ojos, de llenar de fuerza, de valor y de empeño tu corazón, ese corazón que te permite abrir tus alas cual águila imperial, y ser libre cual paloma que cruza el cielo. Un corazón, cargado de auténtico y de verdadero Poder. El poder de ser un corazón libre y sin temor al mañana.