The Alarm Clock (El Despertador)
Acaricio tus labios con mis dedos, dibujándolos sin prisa, con el reloj de arena quieto, parado, pausado. Sin que el flujo continuo de las olas marquen el compás. Dibujo tu boca con calma, muriéndome por dentro, notando tu aroma a frutas y albaricoque, a lavanda y vainilla. Cierro los ojos y sigo la línea de tus labios. Continúo por sus curvas, por sus pendientes, por su vida. Cierro los ojos y continúo acariciándola, siguiendo el rastro de tus labios marcados a fuego en mi piel, en mi memoria, en mi pecho. Nos acercamos. Nos seguimos acercando hasta que nuestras narices se rozan, nuestra mirada se nubla. Comienza la batalla. Luchan las bocas tibias, a suaves dentelladas, con aroma añejo. Con un dolor dulce, el absorber nuestro aliento, el sabor a la fruta madura y de nuevo lo mismo. Tiemblas. Agachas la cabeza. El mundo se te cae encima. Oscuridad. De pronto abres los ojos. Nos miramos. Vive el silencio con el latir de nuestros corazones. Late. Se para. Late. Se para ¿No lo oyes? Es