El último paseo del día
De un día para otro, nos damos cuenta de que vivimos cantidad de momentos irrepetibles y que nunca más volverán a suceder. Que no volverán a repetirse. Pero escoges uno de ellos y en ese instante, los rostros que nos aman no nos conocen, no nos entienden y no nos observan.
Que es dios sino la chispa que da la vida. Una chispa de poder incomparable. Maravilla y misterio a donde mi camino quiera que me lleve. El aroma del césped recién cortado, la tierra mojada o la sal que flota en el aire del puerto. Es como el difícil momento de encender la vela en medio de una ventisca, y en vez de continuar intentándolo, maldecimos a la oscuridad en su lugar.
Despierta pequeño. Hazlo de una vez. Entra en la tierra de la aventura y adéntrate en el carnaval de la vida. Comienza la historia que deseas comenzar con el “Erase una vez…” Atrévete a enfrentarte a la belleza de ese paso tan increíble. Pero hoy no.
Y así llega el último paseo del día. Con la magia impulsando los talones y el viento a la espalda. Cabalgando un día más en solitario hasta la hermosa puesta de Sol. Respirando profundamente el pleno aroma de la libertad.