Diez Años
Y choca el mar contra
las olas mientras el sol se pone en el horizonte, mientras el olor a salitre
sacude la costa rocosa desde el norte hasta el sur y tu alma viaja por todo el
mundo conocido. Han pasado diez años, y es entonces cuando me pregunto cuánto
has vivido.
Cuanta distancia habrá
recorrido tu alma y en cuantas ocasiones me habrás visitado sin darme cuenta de
ello, en qué momento me habrás echado un cable o en qué segundo me habrás
indicado la elección acertada en mis instantes de meditación.
Miro el sol en el
horizonte y el agua transparente de la costa. Me asomo al acantilado al que
tantas veces nos asomamos juntos, observo el mar que me enseñaste a amar y la
tierra que me enseñaste a trabajar. Lo observo todo diez años después, y es
cuando me doy cuenta de todo lo que he aprendido de ti.
Cada día, cada semana,
cada año, cada 2 de Agosto, me acuerdo de tu sonrisa, de tus historias, y de
mis sueños, aquellos que compartía contigo. Sigo acordándome de ti, del mar, de
las aguas, de las brisas y de los océanos, de ese espíritu de lucha que me
inculcaste siendo un niño, de los motores y del barco, del amor a esa tierra líquida que tanto queremos.
A veces,
cuando miro el mar y el viento me da con fuerza en la cara, hasta me parece que
escucho tu voz. Otro año más sabiendo que donde quiera que esté, estarás
conmigo; otro año más sabiendo que siempre estarás a mi lado.