Morir al respirar
En las calles nos desplomamos, morimos y renacemos de nuestras cenizas. No
dormimos ni descansamos, vagamos entre campos urbanos y sentimos la naturaleza de metal. Se
mueve la multitud, pero nosotros nos quedamos quietos, derribamos los
horizontes y los perseguimos con el alba de cada mañana, velamos las noches
movidos por el amor…
¿Lo oyes? ¿Lo sientes?
Es algo que no se puede explicar, solo se puede vivir. Es una sensación de
flotar en el viento y ser empujado por las olas de aire que te mueve mientras
no dejas de imaginar un mundo a tu medida. ¿Sigues sin entenderlo?
Es como caer en la
locura al besar todas y cada una de tus fotografías, buscando el saborear de
nuevo esa droga a la que estoy enganchado, esa droga que me das con cada beso y
que recorre mis venas. Odio gritar tu nombre y que no respondas. Ya no te echo
tanto de menos, ahora solo me acuerdo de ti cada vez que respiro.