La Ventana
Era
como uno de esos días de verano en los que se sentaba en la ventana mientras
escuchaba la melodía del piano. Ahora llovía, las nubes ocupaban el techo antes
estrellado y el agua resbalaba detrás de los cristales. El viento acariciaba
las hojas de los árboles que poco a poco se quedaban desnudos y el frío
comenzaba a sitiar el piso.
Miraba
por el cristal mientras recordaba tiempos mejores, mientras los apuntes se le
amontonaban encima de la mesa esperando a ser pasados a limpio, tendría que
ponerse a ello pero no tenía ganas. Quería dos minutos de paz en los cuales el
mundo se parara en seco.
Se
dejo invadir por la nostalgia recordando los rostros de aquellas personas que
siempre le habían ayudado a levantarse, recordando cómo día a día aprendía que
en este mundo nadie regalaba nada, pero ahora había crecido, y era hora de
demostrarle al mundo, que sabía levantarse por si solo.