Pequeño Gran Paso
Cuando
una persona deposita en ti su confianza te vuelves su esclavo. Si alguien te designa para alguna labor o
para algún tipo de tarea, y la responsabilidad es muy grande, es necesario
responder con honestidad y valía ante ese reto que se puede presentar, de lo
contrario, habrás dejado tanto tu valía como tu honor a la altura del betún.
Siempre
he escrito acerca de cómo coger al toro por los cuernos, o de cómo no darse por
vencido, pero creo que por una vez me ha llegado el turno de hacerlo sin
miramientos. Me preguntaron si me creía capaz, me preguntaron si estaba seguro,
y mi respuesta fue un sí que salía del corazón. Un sí regado con viento, tierra
y mar.
No sé
lo que me puede deparar esta acción, ni tengo muy claro si obro bien u obro
mal. Lo único que sé, es que ha llegado la hora de hacer justicia con una
tierra que ha sufrido más de lo que debía sufrir, y nadie ha puesto el grito en
el cielo para evitarlo.
Es
posible que me den hostias, es probable que me manden callar la boca por decir
la verdad, pero lo que sí que es seguro, es que no pienso rendirme y
facilitarles el camino. Por todo lo que hemos sufrido, ha llegado la hora de
dar un pequeño gran paso.