Muérdeme la boca
Y
después de un día con dos exámenes, tan solo queda la paz…
Estaba
de broma, vamos, ni de coña.
Ahora
llega la hora de vendarte los ojos y de seguir tus impulsos. Nota esas ganas de
romper cadenas que brotan de tu interior. Fuego, solo hay fuego y descontrol.
Destrucción y completo arrasamiento. Motivación extrema. Señales de prohibido
que vale la pena cruzar. Probar bocas que no me corresponden. Enredarme en
abrazos que no debería dar. Jugar con hielo en labios intocables. Miradas
cargadas de lujuria que obligarían a una actriz porno a llorar.
Muérdeme
la boca. Arráncame la piel de la espalda a tiras. Deja que la música resuene en
las paredes del cuarto de baño, pero acompáñame a mi reino. Vente conmigo al
otro lado de la puerta donde solo mandamos tú y yo. Cae en las manos del placer
y de su doloroso deseo. La noche ha llegado, y solo me importa una cosa.
Aquí y ahora.
Sonríe,
cruza la puerta, agarra la botella de vino bajo el brazo, y mañana… Mañana Dios dirá.