Estoy Vivo
Arrancas
el papel pintado de las paredes y las tablillas de plástico, tienes las manos encharcadas
en sangre pero es que todo te da absolutamente igual, arrancas el pasado que te
lastraba, lo arrancas con todas las fuerzas que te nacen de los nervios, no de tu
corazón.
Dejas
que la sangre te guíe, que el corazón corra desbocado como jamás lo ha hecho,
que se tire miles de millares de millas gritando un alarido de guerra sin
sentido como las palabras que estas escribiendo, simplemente dejas que la vida
pase, te aferras a los clavos ardiendo que encuentres, y saltas.
Saltas
al abismo y a la boca de los infiernos con un simple botellín de agua como
salvavidas, no quieres apagar un incendio, simplemente vas a comerte las
llamas, comerte el fuego, y meter semejante zambombazo al mundo que nadie se creerá
lo que has hecho, que nadie se creerá lo que has lo grado hacer.
Es la
hora. Es el momento. Que reviente todo que no pago nada. Que se caigan los castillos
y las murallas, que revientes los baluartes y explosionen los cañones, que el
fuego sea el dueño y señor de todo.
Por
una vez, que me posea completamente el poder de mi imaginación, que pierda el Norte
durante la eternidad que se encierra en un segundo, que caigan las estrellas y
el que el caos más ordenado gobierne el mundo, que se frene en seco la tierra,
que explote la estratosfera, que ardan los océanos y los corazones revienten
los pechos.
No
estoy loco damas y caballeros, simplemente, estoy más vivo que nunca.