Tomé la decisión de ser quien soy
Tomé
la decisión de rara vez callarme y decir aquello que los demás no querían oír, de
afilar la espada de las palabras y guardar la pluma como daga, de aferrarme a
la verdad para no caer, y de rezar a mi corazón cuando sintiera miedo.
Tomé
la decisión de caminar, de meterme en todo cuanto berenjenal pueda tener por
delante, de estar entre gente non grata y gente que aparenta más de lo que
pueda ser alguna vez en su vida. Me he vestido de sombras, me he disfrazado de
recuerdos, y he buceado en la oscuridad de las cloacas de esta
vida para darme cuenta de lo que tengo.
Tomé
la decisión de seguir mi camino, de que me dieran igual las zancadillas, los
golpes, o los insultos; de vivir, de sentir, y de luchar tal y como yo quiero.
Tomé la decisión de ser libre, y aunque a veces duela, es la decisión que me ha
marcado y que me marcará para siempre.
Tomé
la decisión de ser quien soy.