Castillos de Cristal
Castillos de cristal,
de vidrio transparente que se ilumina bajo los rayos de la luna, que flotan en
las nubes cimentados en sueños y esperanzas que nacen del futuro incierto. Humo
solidificado, diamantes comprimidos por el frío de la noche mientras el rocío
de la madrugada riega mi boca.
Llévame hasta el final
de mi lucha, llévame hasta el río que circula por tus entrañas y que baña tus pilares,
llévame hasta el agua reflejada de la noche que limpie el veneno que destruye
mi piel, elévame con las alas de plata hasta donde cantan las sirenas, más allá
de la oscuridad y el calor del infierno, más allá de lo que se ha convertido la
tierra.
Déjame habitar en tu
casa brillante, que los secretos sean las puertas que cierran nuestros
aposentos, y que la luz de la estancia sea el brillo de tus lágrimas al morir
de amor. Deja que la luna hable, que nos bañe con su luz, que nos meza en el
interior de nuestro Palacio de Cristal para que el mundo entero pueda ver cómo
somos uno.