Dragon Slayer

Veo el sonido y escucho los colores, no es que vea el futuro si no que escribo sobre seguro, sobre las piedras que hay en el camino, y sobre las muescas en la culata que me han traído hasta aquí.

No soy perfecto, y me encanta no serlo. Adoro no ser lo políticamente correcto. Soy egocéntrico y semiradical, lo que le corresponde a alguien de mi edad y quien con el tiempo seguramente cambiará, alguien sin complejos que tiene como objetivo vivir la vida, al que alguno acusa de ser una mente suicida, pero quien encabeza una lucha sin saberlo.

No controlo ni la masa ni el viento, ni la derivada del vector posición respecto del tiempo, y aunque joda toca cumplir el Reglamento, siendo la mejor parte de un chiste más aislado que el tiempo, como una máquina sin sentimiento, un pájaro sin movimiento que contrata el sentimiento, y a quien la noche sin reproche le concede. 

Sin importar mundos unificados bajo tormentas de verano; yo me identifico. Ser ese Rey Demonio sin complejos, ese Asesino de Dragones al que sus convicciones lleva a alimentarse de metal, que sin movimientos y sin miramientos, planta cara a las injusticias de la vida. Que no aspira a gobernar masas ni a gestionar dinero ajeno, que vive siendo solo rey del viento y de la mañana; ser ese Asesino que resulta ser la esperanza de una noche sin luna, con tan solo la locura de ser libre de nuevo.

Soy ese Asesino de Dragones que encabeza a los buenos. Soy esa Luz Negra que destruye estirpes y tabúes, que no escoge destinos ni caminos, y que invoca los sueños de la gente. No me educaron para ser político, pero es que a diferencia de otros, quizás esa aspiración no esté en mi mente.

Soy ese Asesino de Dragones, ese tributo a la nostalgia, ese día en el que la Democracia exigió Lealtad. Soy esa noche iluminada por la Luna, que sin derecho alguno a la luz exigió ser representada bajo la tenue luz de la antorcha de la libertad. Soy quien quiero y deseo ser, no sé si soy lo correcto o lo incorrecto, solo sé, que quiero ser quien soy, y quien quizás con el tiempo, tenga Dios a bien cambiar.


Soy ese Asesino de Dragones, dueño de su propio destino. Soy todo eso, y nada más.


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