Cuestión de Fondo
Supongo que no queda otra
solución que aceptar los cambios.
En la vida nada puede
planificarse porque el destino ya se encarga él solito de cambiar las cosas, de
cambiar el camino, o quién sabe, incluso puede llegar a mejorar las
perspectivas de alguna forma. Me pregunto si con las pocas
armas que se tienen, tan solo el trabajo, el apoyo de los demás, y ese segundo
corazón que late en el lado derecho, que le da alas al llamado espíritu del guerrero
y que es el culpable de que piense así, se pueden cambiar las cosas.
Es cierto que a veces se toma
esto como un juego, que todo se ha transformado una guerra de desgaste basada
en un tablero donde gana el que sabe moverse sin cansarse. Como decía mi
entrenador de Remo, hay que dejarla andar,
ya caerán.
El mar siempre enseña a los
marineros, y los buenos marineros siempre aprenden de él. La vida enseña a dar
pasos al frente. Tocará dar ese paso al frente y hacer honor a los ideales y al
corazón luchando por lo que siempre juraste defender. La gente quiere actos, no
palabras, y que me aspen, pero más ganas que yo de levantar el estandarte aún no
ha nacido a este lado del río Miño. Va siendo hora de ponerse a jugar en serio,
va siendo hora de dejarla andar.
¡Chup-atrás, y que no toquen
las palas! 365 días, y contando.