Sendas
No se
necesita mucho para poder luchar.
Cuando
te encuentres en el inicio de una batalla, frente a frente con tu adversario,
con ese némesis al que le tienes más respeto que miedo, el valor no lo
encontrarás ni en las palabras ni en la inspiración divina, lo encontrarás en
el fondo de tu corazón.
No se
necesita la fuerza para vencerlo, ni levantar pesas ni matarse en un gimnasio para conseguirla; la primera y única norma a cumplir para hacerlo es hacer tu antes lo que quieres que tus hombres hagan, y si aquello
que quieres se forja con sangre y con sufrimiento, debes ser el primero en
pasar por la piedra antes que nadie.
Hay
quien se guía por normas y por leyes, yo prefiero usar los latidos del corazón
y guiarme por las estrellas; por el simple hecho de sentir que todo el mar es tuyo
cuando tienes el viento a favor, y sentirte vivo cuando lo tienes en contra.
No se
necesita mucho para poder luchar, tan solo ganas de querer hacerlo. Está bien, acepto.