Balas de Agua
Como las seis balas con las
que se carga una Remington Magnum del 44. Como si fueran las seis puntas de la
estrella de David que cruza los cielos en la noche de Belén, o como si se
tratara de los seis días en los que el mundo se creó según cuenta el libro de
literatura fantástica más vendido del mundo.
Se podría haber quemado bala
por bala y disparo por disparo, uno a uno y sin prisa, pero el corazón solo
atiende a razones que la razón en la vida logrará comprender.
Hoy el cielo se levantó lleno
de lluvia y nubes bajas, cargado de ganas de llorar y de depresión para
aquellos que, a diferencia del pueblo de Breogán, no saben contemplar la
belleza de una gota de agua, de una ráfaga de viento, o de un golpe de mar.
Cargué la Magnum con mis seis
gotas de agua que apuntan a un Sol escondido detrás de las nubes, disparé al limbo
a quemarropa, y ahora solo espero que se abran los cielos para saber si di en
el blanco.