Salto
Llegará un momento a lo largo de nuestras vidas en
que el principio y el final serán el mismo punto, ese extraño momento que todos
creímos que nunca llegaría pero que apareció cuando menos nos lo esperamos para
demostrarnos que del destino no se salva ni Dios, y que tarde o temprano hay
que tomar una decisión.
Veremos el reflejo de la Luna más grande que jamás
hayamos contemplado en los ojos de la persona con la que siempre quisimos compartir
nuestro camino, o al menos, con la que nuestro corazón se siente más completo e
identificado.
Llegará esa noche en que los posibles imposibles
sean certeros, en la que aprenderemos a encontrar dentro de las adversidades
las oportunidades que nos brinda la vida y, junto con las rodillas en el suelo,
el impulso necesario para saltar de nuevo al ring.
Durante mucho tiempo me dijeron que lo mejor que te puedes llevar de esta vida es la tranquilidad de saber que no le debes nada a
nadie.
Hay quien lo da todo a cambio de un cargo, de una
posición, o de un punto más de poder… Y en esta vida, no hay mayor placer que
el poder defender a viva voz, y sin ese miedo que te amordaza la garganta, lo que de verdad piensas. De nada sirve vender una imagen que amordaza a
la conciencia y silencia al verdadero pensamiento; de nada sirve venderle a la gente algo
en lo que ni tú mismo crees; de nada sirve fallarte a ti mismo.