Total Eclipse
A veces se hace difícil escribir
en la soledad de la noche con el frío de la piedra calando hasta los huesos, y
un corazón partido por kilómetros llenos de esperanza, por futuros inciertos
que suenan como el eco de la más cercana eternidad.
Miro a la Luna que llora
detrás de las nubes, escondida tras su manto plateado, acompañada de millares
de estrellas pero sola en su plenitud, con el alma encogida por un beso que no
llegó bajo la lluvia en un apartando banco, en el corazón del retiro del alma.
Allí donde todos los secretos dejan de serlo, allí donde se alza el propio
Diablo.
Rezo en soledad porque llegue
esa noche bajo la luna y las estrellas, por robarte el aliento y que se abrase
mi garganta, por prenderle fuego al aire y a la tierra para quemar la
incertidumbre y sepultar un qué pasaría si.
Para cruzarme con tus ojos cuando
te escuche susurrándome al oído que estamos completamente solos en la más
absoluta oscuridad.