Montañas de Sueños y Cristal
El viento no se puede
controlar.
El viento es salvaje, es
indomable y escurridizo, es alma y es sentido, son las huellas que deja el
destino después de su largo caminar. Es quien mueve lo que somos y lo que
seremos, el polvo en el que nos convertiremos después de gastar cada ápice de
nuestra energía en caminar un poco más.
Escucharás la llamada de las
montañas bajo el silencio sincero, el sonido del eco que dejan tras de sí los
recuerdos, y la belleza inigualable que solamente habita en se rincón de tu
imaginación. Cabalgarás con un corcel que vivirá de tus sueños, y dormirás bajo
las estrellas que te vieron nacer. Algunos te tacharán de loco y de impetuoso, tú
simplemente vive, ama, y siente como si fuera lo único que puedas hacer.
Ten sueños, muchos sueños,
tantos como ni si quiera puedas imaginar, aspira a conquistarlos por encima del
que dirán, porque si aspiras entonces ambicionas, y si ambicionas entonces
puedes ganar. Aquellos que no aspiran a nada, nada será lo que tendrán.
Esos son tus sueños, ve a por
ellos, y no permitas que jamás en tu vida a ellos te hagan renunciar. Eres
viento, eres lluvia, eres fuego y eres mar, eres parte de estas montañas de
sueños y de cristal, y ha llegado la hora de transformar los sueños en
realidad.