Destino Zero
Desconfía de todo aquello que
ves cuando no puedas ver con los ojos del alma, huye de lo que no escuches, y
tenle miedo a los que sonríen pero nunca lloran. Ten cuidado con los que no
aprovechan las ocasiones claras, y respeta a aquellos que se retiran de la
batalla como si se tratara de tu propio hermano.
Fíate de las mentiras en lugar
de la verdad, y recuerda a aquellos que no dan la mano con fuerza, porque las
mismas vendrán de sus labios. Mira a los ojos cuando tengas que defenderte, y
ataca allí donde te lo dicte tu corazón.
No tengas miedo de perder,
pues no hay batalla más perdida que aquella que nunca se ha librado, protégete
con el silencio y con la quietud de un insecto palo, y asume los errores no como
los mismos, si no como una piedra más que has saltado para llegar a tu meta.
Sigue a tu corazón, y equilíbralo
con tu cabeza. Siente, ríe y ama, pero no olvides de sentir con aquello que te
llena, reír con aquellos que nunca te hicieron llorar, y amar a aquella persona
que venza las fuerzas que te mantuvieron separado de ella durante años.
Hazlo, y habrás llegado a la
meta de tu destino.