Craviños
Imaginad por un segundo todos esos sentimientos que tenemos en el
fondo del corazón y que somos incapaces de materializar. Imaginad por un solo
instante, que aquellas personas a las que queremos, faltan de repente un día
sin saber cuánto los queremos, y que no fuimos capaces de demostrárselo por
miedo o por vergüenza.
El mundo no necesita de gente que tenga labia diciendo que es
capaz de algo, y que sea incapaz de demostrarlo. El mundo no necesita de
palabras bonitas llenas de cariño, si no que necesitan de actos que revelen lo
que de verdad somos capaces de hacer, y por quien en verdad estamos dispuestos
a llorar.
Hoy hace 178 años que Rosalía de Castro vino al mundo y nos legó
su mayor consejo con “unha vez tiven un cravo”, y es que a veces, aunque nos busque las cosquillas y queramos arrancarnos ese incordio del pecho, es necesario que siempre esté en nuestro corazón.