As de Diamantes
Siento como se cierra un
capítulo más, y creo que se cerrará esta misma noche. Es esa sensación en la
que se deja atrás una parte de ti, pero que siempre conservarás en tu interior
como algo innato, y es que sin darte cuenta, ahora es el momento de que el joyero
haga su trabajo.
Hace meses emprendiste la
aventura de conseguir un trébol, de levantar la tierra para mover el agua, y de
plantar árboles para arrojar vida allí donde no existía nada, y el tiempo, te
sonrió con un valle cargado de tréboles de cuatro hojas.
Después, y sin darte cuenta,
retomaste algo del pasado que jamás se olvidó. Extraviaste esa hebra en un
mar de causas perdidas y anhelos vacíos que en algún momento eran frascos de
deseos, hasta que una noche de invierno y sin previo aviso, sin comerlo ni
beberlo, ese hilo suelto acabó por encontrar a tu corazón.
Ahora estás en medio del
camino; en el punto en el que has abatido al diablo y recuperaste al principeso,
el momento de volver a palacio para ver que recompensa tiene que otorgarte el
Rey, y es entonces cuando éste te presenta a su Maestro Joyero.
“¿Confías en mí?” te pregunta,
y es en ese momento en el que no dudas ni un solo instante, no titubeas, y te
pones en sus manos. Has conseguido el As de Trébol y el As de Corazones. Es
hora de ir a por el de Diamante. Nadie ha dicho que fuera fácil, tampoco nunca
lo han intentado.
Maestro Joyero, ya sabe que hacer.
"Vuela como una mariposa, pica como una avispa" - Muhammad Ali