Hardwork
Cuando llamaste a mi puerta lo
primero que hice fue esconderme detrás de las cortinas, porque sabía que
vendrías a por mí. Me inventé tropecientas excusas para no abrirte por temor al dolor que otros pasaron antes que yo, y temí tu nombre por saber
lo que le has hecho a otros.
Me sorprendí cuando abrí la
puerta, y asumí que siempre que dé un paso, tú ya estarás delante de mí mirando
el sudor en mi rostro y las lágrimas en los ojos. Tú que has convertido al
pobre en rico, que será aquello que no puedas conseguir…
Ahora que te veo entiendo
porque nunca debo darme por vencido. Cuando ellos renunciaron yo seguí
adelante, cuando dijeron que no podría y me pusieron el pie encima, demostré
que pude. Cuando les hablé de mis sueños se rieron, pero olvidaron que el que
ríe de último, ríe dos veces.
Soy un cazasueños, lo que
conlleva perseguir los sueños propios y no los de otros, porque cuando quieres
algo tanto como el respirar lo acabas consiguiendo, y porque el camino más fácil es cuesta abajo,
pero ese nunca te llevará a la cima.