Heroes of Our Time
Hay retos imposibles, o más
bien difíciles de conseguir.
Hace escasos minutos, antes de
comenzar a escribir y mientras estudiaba me sentía la persona más frustrada que
pudiera haber sobre la faz de la tierra. ¿Sabéis esto de que tienes que resolver
un problema, y por mucho que te enfrentas con él no sale? Pues eso.
He probado con dinamita, con
nitroglicerina, con C4, hasta con el arte vudú, pero ni de coña se mueve de su
sitio. Es esa clase de problemas que siguen ahí inmóviles riéndose de tu
incapacidad, y llega a ser bastante tocapelotas el no encontrar una solución,
pero ahí sigue. Tienes un dolor de cabeza después de la maratón de 13 horas
seguidas que ni te aguantas, pero venga, va, malo será. Otro intento.
Y vuelta contra el muro. Nada,
el desgraciado no quiere salir.
Sabes que tiene truco, en
algún lugar está el eureka que falta, que te resuelve la cuadratura del
círculo, y cuando tienes pensado mandar todo a tomar por saco aparece esa
caligrafía en el lateral de un folio.
Ya ni recuerdas quien te escribió esa
frase, pero es la pieza que quedaba para terminar el puzle. Y entonces lo
piensas; la buena suerte no existe. 13 horas con el culo más planchado que la
camisa de los domingos y que se te aparezca la virgen no es un golpe de suerte.
Es un milagro digno de Lourdes.
Aún no se ha terminado, pero queda menos.... ¡Quien la sigue, la consigue!
:P