Equinox
Recuerdo muchas cosas desde que firmé ese pacto con
el universo la noche del 24 de diciembre de 2007, la noche en la que acabé el
primer capítulo de mi primer libro. Me dije que si llegaba a publicar todo
cuanto consiguiera sería para causas sociales, y es por ello que siempre
recuerdo el motivo por el que escribo.
El ser humano es ignorante, y por muchos años que
pasen nunca dejaremos de aprender. Cuando mandé mi primer manuscrito a una
editorial tenía 17 años y recuerdo que tres meses más tarde me enviaron una
carta rechazando su publicación. De aquella carta que rompí en pedazos hubo una
palabra que sobrevivió, y fue la palabra “posible”. Daba igual que delante de
ella fuera la frase “no es”, porque como nunca me cansaré de decir, todo es
imposible hasta que alguien demuestra lo contrario.
La recorté, la recubrí de cinta adhesiva, y la puse
delante de mi escritorio para recordarme que nunca jamás en tu vida debes
renunciar a un sueño. 5 años más tarde, parece ser que el papelito de las
narices ha servido para mantenerme en mi camino.
Cuando recibí esta mañana el sobre DIN A-4 con toda
la documentación de la editorial NOVUM para publicar Los Guardianes de Lugar-Olvidado
no pude evitar el recordar esa palabra, esa palabra que durante tanto tiempo
tuve delante y que tendré hasta que me vaya de este mundo. Subrayada con verde
esperanza, y con esa canción que sonaba en el momento en el que envié el
manuscrito.
He conseguido la aprobación para publicar mi libro
por parte de una de las mejores editoriales para autores nóveles que hay en
Europa, aunque todavía no tengo claro si finalmente publicaré con ellos. En los
contratos, y más en este mundo, hay que leerse muy bien la letra pequeña y esto
lo hago más por puro amor a la fantasía y a la literatura que para ganar dinero.
Hoy por fin, dejo atrás a un chaval que escribía
para pasar el rato y empiezo un camino que estoy seguro de seguir.
Con esta carta y oportunidad me han dicho de forma
muy clara: “José Miguel Mahía Prados, digan lo que te digan, eres escritor”.
Será que para los artistas no existen las barreras, y que la imaginación y los
sentimientos son la única limitación.
Por si llega ese día... Y finalmente, ese día llegó.