Sueños Lúcidos

Es un dolor que impide sentarte, que provoca que el acostarte sea el mayor de los suplicios, y que el coger aire sea todo un reto para el pecho. Es muy jodido concentrarte cuando en la mente solo se encuentra reflejado el dolor que cruza desde la base de la espalda hasta la nuca.

Es ese dolor que te impide mover, que te obliga a quedarte quieto sin poder articular las palabras suficientes como para poder consolar o apoyar. Supongo que esto debe de ser lo que se define como impotencia.

Aunque duela no te puedes quedar tirado en el sofá esperando a que el dolor pase mientras tragas pastillas como si te fuera la vida en ello, no todo es química ni relajantes. A veces aunque duela, hay que seguir caminando, hay que seguir caminando y soñando, porque cuando sueñas, eres capaz de estar dentro y fuera del tiempo.

Que el dolor jamás te aleje de tus sueños.


Entradas populares de este blog

No enemies

Piedra y agua

Bordes de mapa