S. y E.
Hoy leía algo que me hizo
recordar que si una cosa no ha sucedido, es porque todavía no le ha llegado el
momento.
El mundo no se ha vuelto más
pequeño, hemos sido nosotros mismos los que nos hemos ocupado de hacerlo un
lugar tan conectado y tan reventado que vemos los viajes a rincones ocultos
como la mayor de las gangas. Antes el mundo entero era nuestro rincón.
Soy de esos que creen que
después de todo lo que te rodea aún hay algo más. Que hay más vida fuera de las
cuatro paredes de tu municipio o provincia, que hay más cosas, que como dicen
Mulder y Scully “la verdad está ahí fuera”.
Nuestros sueños y esperanzas
son la luz que ilumina el futuro, y prefiero un futuro con una vela diminuta,
del tamaño del dedo anular, a esa brillante oscuridad que lo envuelve todo llamada
ignorancia sumisa.
Sufrir hoy en día es algo
opcional pero el soñar, debería ser algo obligatorio.