Un poco más
Las batallas que se libran en
silencio y contra uno mismo, son esa clase de duelos que tienen que acabar con
la muerte de uno de los dos. No importa
si es con la espada, pistola o una punta en un ojo lanzada con un bolígrafo a
modo de cerbatana.
Cuando el cansancio te cierre
los ojos, cuando los muslos pesen y hasta el roce de la ropa te haga daño,
aguanta un poco más. Sólo un poco más.
Aunque creas que has llorado
lo suficiente, que el dolor que soportas es indescriptible, y que el tiempo que se
agolpa en tu garganta como un vaso de agua mal tragado es eterno.
Aunque digas en voz alta que no puedes soportarlo más mientras das otro paso, mientras la sangre cae de las manos destrozadas por golpear muros de hormigón armado de demonios.
Aunque digas en voz alta que no puedes soportarlo más mientras das otro paso, mientras la sangre cae de las manos destrozadas por golpear muros de hormigón armado de demonios.
Impele, llora, grita, y
siente, pero jamás te des por vencido. Todo lo que vale la pena se consigue de la misma forma.