Cuatro
Es el sonido del alba el mismo
día de la batalla.
Esperas que sea un combate
igualado, que cumplan la palabra y sea un 50 contra 50. Que no haya maldad de
por medio porque bastante maldad ha habido en los últimos años por el mundo
adelante.
Es una mezcla de nervios y
pulsaciones aceleradas, de angustia aderezada con la certeza de una libertad
inminente después de dar mandobles a diestro y siniestro.
Recuerdo otra etapa
en la que tenía esta misma sensación, esta sensación de historia que se repite
para compensar por el pasado, de lenta agonía en forma de días eternos bajo el
sol.
Alguien escribió una vez que
el miedo no es la ausencia de valor, si no el tener miedo y enfrentarte a él. Ha
sido muy largo el camino recorrido como para morir ahogado en la orilla. El
lugar es aquí, y el momento es ahora. Que de comienzo la hecatombe.
Alea Iacta Est.