Insurrección
Cuando
no tienes nada que perder y lo tienes todo por ganar sólo puedes hacer una
cosa, y es cerrar los ojos con fuerza, fijarte en tu objetivo, y clamar a los
astros del firmamento que tus fuerzas y
consciencia no te abandonen.
Cuando
no hay dinero hay que usar el ingenio, y es cuando los valores cogen verdadera
importancia: Compañerismo, sacrificio, perseverancia, respeto. Son palabras que
acaban siendo ideales cuando tan sólo se tiene el sudor de la frente, y gracias
a ellos hemos podido soñar.
Lo que
siempre llevaré conmigo son las palabras que te dedican personas con las que no
compartes colores. Esas palabras de ánimo a lo largo de toda la temporada
pidiendo que lucháramos hasta el final, por los pequeños, por decir que los de
abajo también existimos.
Por
esa afición que llenó espigones, y por las familias, parejas, y amigos que nos
comprendieron cuando tomamos la decisión de sacrificar todo el tiempo que
podríamos pasar con ellos, por el mundo del remo
ya sea a bordo del barco, entrenando, o viendo las regatas.
Porque quizás tenía razón ese sabio que decía que el sufrimiento es temporal, pero la gloria acabaría siendo eterna.