Jaulas
Rodilla al suelo raspando con
la gravilla, y sudor cayendo a borbotones por la mejilla. Manos raspadas con la
madera, la boca que sabe a óxido, sangre y saliva, pero ni una sola lágrima
dispuesta a salir.
Fuera de la jaula todo son
gritos, navajas, y dinero; en su interior solo vida o muerte.
Te cosen a hostias, de las
buenas, de las que te rompen el pómulo, pero mientras intentas esquivarlas para
asestar algún golpe resistes esperando el momento.
Tienes una mole hecha con
frustración, envidia y ascos que busca hasta en lo más profundo de las miserias
para intentar joderte vivo. Luchas contra algo que el único objetivo que tiene
es destruirte a ti y a todo lo que puedas representar.
Tienes que seguir. Tienes que aguantar.
Los golpes por KO no se dan por obra y gracia del espíritu santo, aunque siempre
hace falta algo de intervención divina.