20'
En 20 minutos pueden ocurrir
muchas cosas: Puedes aprobar un carnet de conducir, presentar un proyecto fin
de carrera, incluso tocar el cielo hasta el punto de clavarle las uñas a las
nubes y sentir de que materia están hechos los sueños.
Todo empezó siendo un juego
hace años cuando éramos los chavales del club de remo. Cuando éramos los frikis
que se iban a correr cuando llovía a mares, o salían a mar abierto cuando los
rayos resquebrajaban el cielo y el granizo caía sin piedad. Éramos los que se
hacían horas y horas en carretera para remar veinte minutos sufriendo en
algunos casos en partes del cuerpo que creíamos que no existían.
Todo empezó siendo un juego
que se acabó yendo de las manos.
Aún cuesta decir estas
palabras, esas tres letras una detrás de otra que son sinónimo de haber llegado
a las puertas del cielo.
Porque siempre se ha creído
que era imposible, pero como se suele decir, los imposibles lo son siempre hasta
que alguien demuestra lo contrario. Y también, porque volver lo imposible en
posible es más llevadero cuando hay más de una veintena de corazones latiendo por
una causa común.
Palada a palada, latido a
latido... Lo hemos logrado; somos remeros de la ACT.