Charcos
Como esos días en los que llueve
sin parar y corres bajo los portales de los edificios. Como esas noches en las
que no ves las estrellas por todas las nubes que se agolpan sobre las farolas,
y por esos charcos que nacen de la nada haciéndote dar un rodeo por dos calles
más atrás.
Por esos charcos que acabas
saltado de lado a lado cumpliendo con lo dicho por Ambito Kinitoh en Galicia
Calidade.
Esos momentos en los que pisas
los pasos de cebra mojados, en los que patinas porque la pintura blanca hace
deslizar las suelas de tus gastados zapatos pero aguantas el equilibrio. Caíste
tantas veces que ahora hasta ya sabes cómo pisar fuerte y seguro en terrenos resbaladizos
mientras la música resuena en tus oídos.