Lvl. 6
Seis años de esa tarde en la estación de tren en la que nos conocimos, en la que nuestros trenes, literalmente, se cruzaron. Recuerdo aquella tarde en la que llevaba esa cazadora marrón que ahora odias a muerte. Lo que hemos cambiado en seis años… y en los dos últimos ni te cuento. Ahora todo se resume en una mirada que lo dice todo. En el roce de las frentes. En el silencio de alrededor. Hablar sin decir nada y decirlo todo, sin mediar palabra y entendernos, siendo uno el apoyo del otro en cada batalla que se libra cuando el sol entra por la que ahora es nuestra ventana. Jamás tendré como pagarte todo lo que haces por mí, sobre todo cuando estás en segunda fila dándome ánimos hasta en lo más imposible. Así que solo puedo seguir dándote momentos de silencio a gritos, de sonrisas sin venir a cuento, de dilataciones de pupilas e intercambios de aires. Ojalá algún día sea lo suficientemente bueno como para merecerte, porque no merezco estar al lado de una persona tan incre