Aria vivere

Caminando bajo la mirada de los dioses del pasado, bajo la brisa de la noche plagada de estrellas que desafiaban las nubes de tormenta que se oteaban en el horizonte.

Sin conocer el motivo vas por el camino de siempre. El de tu niñez. El que cogías en los fríos inviernos bajo el orvallo que te calaba hasta los huesos y te empapaba las botas. Orvallo transparente que siempre caerá en perpetuo descenso dentro de tus recuerdos.

Cerrar el paraguas bajo la atenta mirada del firmamento, con las luces que siempre han iluminado el atardecer, empujando el aire con la punta de los dedos.

Cuando las cosas llegan, siempre traen consigo la explicación de porqué han tardado tanto tiempo. Siempre. Es como el electrodoméstico que viene acompañado de su libro de instrucciones. 

Son las piezas del eterno puzle al que siempre le queda una pieza para terminarlo, y que acaba siendo la primera pieza que sacaste de la caja.

Coge aire. Mucho aire. Coge aire, y vive cada bocanada. 


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