Abstract (II)

Es un zumbido incesante en los oídos, sinsabor a acero en la boca por tener las llaves entre los dientes mientras escribo esta nota en el móvil, pero un relato al fin y al cabo.

Hay silencio. Silencio roto por los roces del cuero con cada giro de la cazadora y con el sabor a hierro que se filtra en mi boca, pero algo me dice, en mi profundo y oculto instinto, que en el silencio se haya la respuesta.

Que por cada escalón que subo me dejo la vida misma apoyado en la balaustrada, que por cada peldaño dejo atrás un pedazo de mi buscando lo que quiero ser.

Y caes en la cuenta de que como dijo Hugh Hefner, la vida es demasiado corta para estar viviendo el sueño de otra persona.


Entradas populares de este blog

No enemies

Piedra y agua

Bordes de mapa