Con forma de vieira
El principio
de Arquímedes dice que un cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de la masa del volumen desalojado.
Este
principio es el que lo sustenta todo. El que sustenta la mayor de mis pasiones
y la mayor de mis perdiciones. Es el principio que nos permite flotar. El principio
que logra que no nos hundamos en las profundidades del océano cuando nos
quedemos sin fuerzas, que nos deje boca arriba sobre la superficie del mar
meditando y ocupando el centro de la línea del horizonte.
He de
reconocer que llevo unos días de sentimientos encontrados. De unas sensaciones
que me piden volver a los inicios, de volver a los cimientos de todo para
recordar el camino que llevo recorrido y el motivo de emprenderlo. Existen
otras que me dicen: hasta aquí. Si finalmente ocurre, una retirada tiempo es
una victoria.
Reconozco
que no lo he tenido claro hasta esta noche, en la que sin pretenderlo, alguien me ha hecho un poco más sabio. Con la certeza y la convicción de aquel crío
idealista que no ha dejado de serlo, de aquel abogado de las causas perdidas
que siempre ha ido contra marea y quien a día de hoy ha recordado el motivo principal
de todo: El dejar a mis hijos un presente mejor que mi propio futuro. Con más
derechos. Con más libertad. Con más igualdad. Con mayor normalidad.
No. No
sirve rendirse. Nunca ha sido ni será una opción. Ni un centímetro de cesión
después de años de lucha por más libertad personal y lejos del pensamiento
único. La vieira resquebrajada que flotó cuando todo parecía que se hundía es
un claro ejemplo, y por perdidas que parezcan las causas, toda causa vale la pena
mientras no se pierda la esperanza en ella. Mientras se esté dispuesto a dejarse
el alma hasta el último segundo.
Por
todo el terreno conquistado a pesar de los insultos recibidos. Por todas las
horas robadas a los míos. Que todo ello tenga finalmente un sentido y pase lo
que pase, sin dar un solo paso atrás.
Hasta
el final. Hasta las últimas consecuencias. Contad con mi espada, con mi arco y
con todo mi arsenal. Contad con mis principios y con mi lealtad. Contad con
ello desde YA.