Libros y canciones
Existen canciones de Día Sexto que me han marcado durante toda mi adolescencia, y que nunca dejan de sorprenderme. Quizás porque sea nuestra canción aunque no lo sepas, quizás porque quien me ha animado a dar uno de los pasos más importantes de mi vida hayas sido tú sin darte cuenta. Quizás porque Neptuno nunca abandonó su reinado en el trono de sal. No es cuestión de cervezas y cubatas, es cuestión de lo fuerte que le has tocado a mi patata, y la que has sustituido por cualquier tipo de corazón. Porque tengo la energía en mi interior capaz de hacerme saltar al vacío que ocupan los dos metros de ancho que tiene la cama entre ella y el abismo oscuro en el que anida el dolor. Eres absolutamente aquello que apareció de la más absoluta de las noches, para convertirse en la luz de mis días. Eres esa resaca que se coge al día siguiente de las grandes borracheras inolvidables. Por el remo, la política y todo lo que resta, por los momentos vividos a las tantas de la mañana, er