2 cero 19
Ha sido un uno de esos años en los que estás obligado a aprender a ganar, y a ganar. Un año en el que no has aprendido otra cosa que a sobrevivir y plantar cara a todo lo que se pusiera delante. En el que te has defendido, atacado y plantado cara a cada reto que se te ha puesto en frente sin titubear. Ha sido un año en el que has navegado; en el que te encontraste con el rayo verde y con la rompiente de las olas. Con el olor a espuma y el viento salado que llenaba de salitre los cortes de las manos y te regalaba los claros de Luna más increíbles al otro lado del ojo de buey. Te encontraste contigo mismo, con tu yo niño y con el hombre que quieres ser. Ha sido ese año en el que más que nunca te aferraste a tus ideales y te negaste a fallar a la persona más importante que puedes conocer, que es a ti mismo. Te negaste a ceder a chantajes y a imposiciones, y seguiste fielmente a tu corazón y a lo que creías que era lo correcto asumiendo todas y cada una de las conse