Acero azul
Y nos
volvemos a encontrar en el mismo punto que hace años. En ese punto en el que
debe decidirse si se da el paso o permanecemos a la espera de los
acontecimientos. Si decidimos acabar con la tiranía y aplastar a la crueldad, o
nos vemos en la obligación de seguir siendo solo voz y no acto.
Llega un
momento en el que el cuerpo solo te pide guerra. En el que te pide saltar al
cuadrilátero a partir la cara, y a que te la partan. A ser fiel a uno mismo y a
tirar de lo único que tienes: la pasión y el tesón de defender una causa por la
que vale la pena luchar.
Sí,
hay miedo. Sería de idiotas no tenerlo. Pero el valor es tener miedo y hacerle
frente. Y como diría el Conde de Romanones: Al amigo se le pone el culo, al
enemigo por el culo, y al indiferente se le aplica la legislación vigente.