Cuerpo de escombro
El
pelo es como una casa vieja que estás arreglando.
Picas
las paredes para dejarlas al aire, retiras lo viejo y dejas solamente los
cimientos, los que la mantienen en pie. La estructura con la que nació y
permaneció erguida todos estos años frente a temporales, terremotos y el paso
del hombre.
Pero
no tiras ese escombro. Lo empleas en las nuevas construcciones. Usas los restos
de lo viejo para seguir levantando lo nuevo. Para asentar cimientos y rellenar
bloques de hormigón. Para mantener la esencia de lo que siempre has sido por
dentro, aunque te cambien por fuera.
Porque
te podrán cortar todo el pelo que quieran, que este seguirá creciendo, y tú
decidirás si te lo cortas o te lo dejas viento, que como dice esta canción:
moriré viviendo igual de libre que mi pelo.
Llegarán
momentos duros, más duros de los vividos y de los que pensaste que podrías
vivir, pero saldrás adelante. Porque quien nunca se rinde mientras va de
fracaso en fracaso, no se topa con la victoria por pura casualidad.
Confía en
ti mismo, porque como dijo Maquiavelo: El tiempo arrastra muchas cosas, y puede
traer tanto el bien como el mal.