Continuará
Dicen
los sabios que cuando uno tiene que tomar una decisión y duda sobre cual tomar,
tiene que escoger aquella que le cause más dolor, más fatiga, más sufrimiento.
Que debe de ser una decisión que marque a fuego el porqué de las cosas, el carácter
de cada uno, el sentido de la palabra.
Son
como esas nubes negras que se ven en el horizonte después de un día soleado.
Como esa batalla que se sabe que se tiene que librar, que tiene fecha y hora, y
que el tiempo tarde o temprano pondrá delante de ti.
Porque
así es la vida: Te golpea duro y donde
más te duele, y está en tus manos el levantarte, ser fuerte y seguir tu camino;
seguir adelante, seguir siendo tu mismo. En levantarte del barro, mirar al cielo encapotado que descargan con furia el agua sobre tus hombros, y sonreír.
Porque
hay respuestas que ya tenemos dentro de nuestro corazón antes de hacer las preguntas, porque hay sentimientos que surgen sin cruzar miradas, y porque las
despedidas no son despedidas para siempre, simplemente, porque a veces un “hasta
luego”, es la única respuesta posible.