Acero templado

Es como una canción que vuelve del pasado y te recuerda lo que decía Squall Lionheart: Todo el mundo se cree el bueno de la película, pero no hay ni buenos ni malos, solo enemigos y aliados.

Que vivimos en un mundo en constante guerra donde o matas o mueres, donde la acción genera más de una reacción y donde un estado de Facebook mal interpretado tiene más poder destructivo que Hiroshima o Nagasaki. Los ideales permanecen, sí, pero el mundo ha cambiado las reglas.  

Porque hay quien sin poder ver lo que tiene delante con la mirada fija en un punto, solo puede bracear mientras se lo lleva la corriente.

Porque siempre han existido causas que valen la pena, y quienes intentarán por todos los medios tirarlas abajo. Porque lo fácil siempre ha sido el gritar como una arrabalera a los demás, y porque hacer lo imposible, siempre ha tenido un punto rebelde.

Por ser diferente, por seguir siéndolo. Por estar orgulloso de ello.






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