Semillas
Todo
principio tiene su final, aunque no nos guste aceptarlo. Tarde o temprano todo
se acaba, todo llega, todo termina y también todo vuelve a empezar, de otra
forma, sí. Pero comienza de nuevo.
A
veces no nos gusta tener que tomar esas decisiones, y en otras ocasiones, es el
propio destino el que te obliga a tomarlas.
Decía
la Regla del Cuatro que todo es cíclico, pero que cuando uno vuelve al punto de
inicio lo hace forma desfasada y no cayendo en el mismo lugar, como una espiral
de se aumenta con cada curva y pasa por una recta que nace de su centro.
Que al
igual que ese árbol que nunca podrá crecer a la sombra de otro más grande y que
por eso lanza su semilla desde las ramas, jamás un sendero podrá ser recorrido
dos veces de la misma forma.
Y porque
seguir el camino trazado, tan solo te llevará por los senderos que otros ya
recorrieron.