Límites quebrados
Los
comienzos siempre han tenido algo de especial. Es lo novedoso, lo desconocido,
la mezcla entre incertidumbre y lo que vendrá. Es lo que está por llegar y que ni
siquiera atisbas a imaginar.
Son
conocimientos, disgustos y lágrimas, son barreras a las que enfrentarse, muros
a los que trepar e historias que contarás algún día. Son las batallas del hoy
que terminan forjado la leyenda del mañana. Las luchas que hacen de ti una
persona especial, increíble, y con ganas de comerse el mundo.
Sí, te
lo digo a ti que estás leyendo esto cuando ya no sabes que terminar de hacer
con la vida, cuando miras hacia atrás y te preguntas si el camino ha valido la
pena porque ahora la cuesta empieza a ser de nuevo hacia arriba, si es que
alguna vez ha dejado de serlo. Y créetelo. Si es difícil, es que vas bien.
Porque
ahora que estás a punto de llegar a lo máximo de tu potencial, ahora y ahí, es
cuando lo verdadero se forja. Cuando pasas a tener más brazos que Kali y más
noches de sueño que Morfeo.
En los
horizontes y en las fronteras, en las líneas rectas y quebradas. Es en el límite donde ocurren las cosas más increíbles. El lugar donde nos encontramos
frente a frente con nosotros mismos.