Rosa de invierno

Y es que cuando has vivido conoces lo bueno y lo malo. Sabes lo que quieres albergar en tu corazón y aquello que has desterrado. Tienes la conciencia de quién quieres ser, cómo quieres serlo, y el precio que estás dispuesto a pagar por ello.

Cuando tienes la mente despejada y la meta clara, sabes qué es lo que necesitas en tu vida y sabes que no hay camino que no se difumine, pero que la templanza en los momentos de zozobra es lo que distingue a un jefe de máquinas de un marinero.

Sabes lo que significa la incomprensión, las dudas y la ansiedad. Sabes lo que es compartir cama con el demonio del miedo y lo que supone confiar en uno mismo para salir adelante, porque hay batallas que te gusten o no, es necesario librar solo.

De igual forma que Squall liberaba la furia del Lionheart sobre Artemisa, de la misma forma que Noctis liberaba las Armas Ancestrales de los antiguos reyes en su duelo a muerte contra Ardyn.  Porque no es cuestión de sobrevivir, sino también de florecer; porque si solo te dedicas a hacer lo que ya sabes hacer, jamás serás mucho más de lo que ya eres ahora.



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