Punto de apoyo
El peso del sello, el peso de la corona, el peso de la capa. El peso de la responsabilidad de haber sido señalado, el peso de saber que eres quien tiene la obligación y la potestad de cumplir con el compromiso adquirido. El peso de lo que supone el mando, el peso de la cadena que pende del cuello, de la espada en la mano y de la lanza, del escudo y de la daga. De las decisiones tomadas y de las que están por tomar. El peso que pesa, que cuando se mantiene, fortalece. Pero que cuando se soporta durante mucho tiempo, lesiona, y que de forma indefinida, mata. Y ahí es donde radica la clave de todo, en que puedes sostener el mundo sobre tus hombros como Atlas, o puedes apoyarte en quienes sabes que siempre estarán ahí: los verdaderos amigos. Que si te dan un punto de apoyo para mover el mundo, no renuncies a quien puede ayudarte a mover el Universo.